Los lomitos son por naturaleza animales sociales. En su genética está grabado el sentir que son parte de un grupo. Este sentimiento incluso es más fuerte en algunas razas como las ganaderas o en perros que vivieron tiempo en la calle y están acostumbrados a estar con su “pandilla” para protegerse.

Seguramente tu peludo ya ha identificado a los miembros de casa como parte de su tribu y ha hecho una fuerte conexión contigo y con alguno(s) de ellos. Cuando tu o esas personas se van y se queda totalmente solo, puede experimentar miedo, frustración o ansiedad y manifestar ese malestar de diferentes formas. Esta es una patología que aparece en las mascotas al distanciarse de las personas por quienes sienten apego y con quienes se sienten seguras.

Si ante una situación de este tipo, tu perro está presentando alteraciones en su comportamiento, no te preocupes. Con el tiempo, tus cuidados y las enseñanzas correctas, aumentará su tolerancia a la separación y se volverá más independiente.

SEÑALES DE QUE TU PELUDO ESTÁ ESTRESADO O ANSIOSO

Cambios repentinos en el carácter

Tu perro puede llegar a anticipar la salida de la persona con la que está muy unida. Acciones tales como ponerse los zapatos, tomar las llaves, el bolso o una chaqueta, son señales de partida que disparan su ansiedad.

Tú puedes notar su nerviosismo e inquietud porque: comienza a emitir gruñidos, mete la cola entre las piernas o empieza con un constante jadeo; hace gemidos tristes, levanta y echa las orejas hacia atrás, se tensan sus músculos, se pone a brincar, a pasear de un lado a otro o en general no obedece órdenes.

Comportamientos indeseados

Al encontrarse solo su estrés puede llevarle a aullar, ladrar y llorar por mucho tiempo. También puede presentar incontinencia y orinar y defecar donde no suele hacerlo.

Conductas destructivas

Si además de su ansiedad no ha gastado suficiente energía, al verse solo ésta la va a dirigir a conductas destructivas como morder muebles, destrozar cojines, masticar lo que encuentre o cavar hoyos.

Pérdida de pelo

Se le puede caer de forma natural, como consecuencia de su ansiedad. Pero también el estrés lo puede llevar a un rascado excesivo, a un lamido compulsivo o a que se lo arranque con los dientes.

CÓMO AYUDAR A TU LOMITO PARA QUE NO SUFRA CUANDO TE VAS

1. Si te es posible, pon una cámara que te permita ver qué hace tu perro cuando no hay nadie en casa. De esta manera podrás saber cuánto tiempo puede aguantar solo sin estresarse. Partiendo de ahí, empieza dejándolo sólo por ese tiempo y poco a poco podrás ir incrementando la duración de tu ausencia.
2. Antes de que se quede solo en casa, dale una buena caminata para quemar energía. Asegúrate de que cuente con suficiente agua y comida y que tenga un lugar en el que se pueda refugiar y sentir seguro.
3. No lo encierres en una habitación, permite su paso normal por la casa. Tu lomito irá a su refugio cuando lo necesite.
4. Asegúrate de que haya hecho sus necesidades.
5. Déjale suficientes juguetes con los que se entretenga y lo mantengan ocupado. Los interactivos que los retan y dispensan comida suelen ser muy buenos para distraerlos. Los hay de pelota, rompecabezas, carritos, etc.
6. Maneja progresivamente los tiempos de ausencia. Al principio no necesariamente tienes que dejarlo solo, puedes aislarte para que no tenga acceso a tu persona o a aquella con quien haya hecho un fuerte vínculo.
7. Cuando salgas no lo vuelvas un evento monumental ni hagas grandes despedidas. Y cuando regreses hazle cariñitos y háblale suave. Pero nunca lo emociones de más ni celebres el haber regresado.
8. Si ves alguna señal de estrés mientras incrementas los lapsos de tiempo, regresa a un período más corto.
9. Lo más importante, nunca castigues a tu mascota por su conducta mientras está ansioso o estresado. Recuerda que su comportamiento es su forma de pedirte ayuda y castigarlo podría empeorar su problema.