Si te estás estrenando como responsable de un lomito, o ya eres un veterano en esto de las familias perrunas, seguro ya habrás tenido algunas dudas sobre si pasear a tu peludo en la época de lluvias, o no entiendes el porqué de sus cambios de humor y comportamiento.
Siempre hay algo nuevo bajo el sol, y en este caso, bajo la lluvia, que te ayudará a que tu mascota pueda salir de forma segura, sin que su paseo se convierta en una mala experiencia para ambos.
LA LLUVIA SÍ ALTERA LA CONDUCTA DE LOS PELUDOS
AHÍ VIENE EL AGUA
- La humedad en el aire que provoca la lluvia atrapa e intensifica los olores por más tiempo, provocando un banquete para el olfato de los lomitos; no te preocupes si lo ves olfateando por todos lados como a la búsqueda de algo, esa conducta es normal.
- Algunos perros, sobre todo los más cachorros, se asustan con el sonido de la lluvia, e incluso pueden llegar a estresarse y gemir o temblar cuando escuchan tormentas o truenos. Si el chubasco se acompaña con vientos muy fuertes, que mueven objetos o provocan ruidos inesperados, tu peludo seguramente pasará un tiempo inquieto y en estado de alerta.
- Ayuda a que se calme, hazle sentir que nada le va a pasar. Él estará pendiente de tus reacciones, así que evita gritar o salir corriendo a cerrar ventanas o a destender la ropa. Intenta distraerlo jugando con él y no escatimes las caricias.
SUFRIENDO BAJO LA LLUVIA
- Eso de mojarse bajo la lluvia para pocos perros suele ser divertido. Algunos llegan a tolerar e incluso disfrutar una rociada, pero muy pocos se animan a pasear bajo una lluvia a cántaros. Nunca lo obligues, ni regañes porque se niega a salir de casa para hacer pipí o popó en estas circunstancias. Mejor ayúdalo, con mimos, juegos y premios, a que esta experiencia se convierta en algo natural y placentero. Tu lomito tiene que adaptarse y aprender a respetar los horarios de salida para hacer sus necesidades y ejercitar su cuerpo. La temporada de lluvias no debe impedir que mantenga su rutina de actividades.
- No te preocupes si, por mala suerte, en medio de la salida les cae el diluvio. Reduce el tiempo del paseo y con juegos, premios y los cuidados necesarios, ayúdalo a que esa experiencia se convierta en algo normal e incluso divertido.
CUIDA A LOS LOMITOS DURANTE Y DESPUÉS DE PASEOS LLUVIOSOS
IMPERMEABLES
- Si la mascota de la casa es un cachorro de menos de cuatro meses, lo mejor es evitar que se moje bajo la lluvia, ya que en esta etapa aún no tienen totalmente desarrolladas sus defensas y son muy sensibles a los cambios bruscos de temperaturas. Si lo sacas, ponerle un impermeable será una excelente idea y, al llegar a casa, sécalo a conciencia.
- En general, proteger a tu perro con un impermeable, siempre será una buena idea para evitar, en la medida de lo posible, que se moje el lomo y el pecho y se mantenga calentito. Evita cubrirlo con aquellos que tienen forro interno, pues se mojan fácilmente y pueden resultar contraproducentes. Si tu peludo es grande o tiene doble capa de pelo, no necesitará de esta protección.
- Si tu mascota duerme en el exterior, asegúrate de que su refugio lo proteja del frío, agua y viento, para que pueda pasar una noche calientita y bien resguardada.
PASEOS LLUVIOSOS PERO SEGUROS
- Para evitar infecciones, no permitas que beba de los charcos, ya que pueden estar contaminados con bacterias, parásitos u orina de algún perro enfermo. Mejor llévale un contenedor con agua para que tome de ahí. Para evitar estresar a tu lomito, busca rutas poco transitadas, tranquilas, sin muchos coches, parques con menos gente y áreas pavimentadas. Busca los caminos que no tengan tierra o lodazales.
- Procura que su paseo bajo la lluvia sea breve, solo lo suficiente para que descargue un poco de energía, se distraiga y vaya al baño.
- Durante los días lluviosos y oscuros ponle a tu peludo algún artículo luminoso o reflejante, sobre todo si van a pasear cruzando calles o cerca de alguna carretera. Puede ser un collar o un chaleco impermeable.
- Nunca saques a tu perro sin correa, pero sobre todo en los días de lluvia. Por bien portado que sea, nadie puede asegurar que algún trueno, el cambio de intensidad de la lluvia, o la presencia de otro perro, pueda asustarlo y ponerlo en peligro. ¡Imagínate corretearlo en pleno aguacero!.
- No creas que tu lomito, solito, sacudiéndose el agua se deshace de la humedad, ¡solo salpica! Después de mojarse, siempre debes secarlo, desde la cabeza hasta la cola, con una toalla absorbente. Pon especial atención, aunque le moleste, en sus orejas y almohadillas que son los lugares más propensos para que se infecte con hongos.
- Si se ensució bajo la lluvia, no le des un baño que aumente la saturación de agua en su cuerpo. Lo ideal es que limpies sus partes sucias con una toallita húmeda, después seques todo su cuerpo, lo cepilles y lo mantengas en un sitio caliente.
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