La tranquilidad de poder transportar a tu perro en coche es fundamental: para llevarlo al veterinario, para salir a un paseo lejano, viaje, o para que te acompañe a cualquier evento. Pero resulta que tu peludo nada más se sube al coche, cierras las puertas y empieza a brincar de un lado a otro, tiembla, llora, se pone nervioso, vomita o ladra desesperadamente… porque lo que él quiere es bajarse.
Si tú y tu lomito han pasado por ésto, sabes lo estresante que es para él y todas las personas que lo acompañan en el trayecto; pero además puede llegar a ser un distractor que ponga en peligro a todos los pasajeros.
Que tu mascota sufra ansiedad por viajar en coche es un problema muy común, pero no te preocupes, hay algunas medidas y trucos para que tu lomito y tu vayan tranquis y disfruten el viaje.c
POR QUÉ MI PERRO SE ESTRESA CUANDO SUBE AL COCHE
Es importante entender porqué para tu peludo un coche representa un ambiente hostil.
- Se marea y vomita: los síntomas de ansiedad por el auto pueden confundirse con la enfermedad por movimiento pues son muy similares. La diferencia es que la primera es psicológica y la segunda es un malestar físico. Si en su primer viaje en coche tu lomito solo vomitó, es aconsejable que consultes a un veterinario para que le recete algún medicamento contra el mareo antes de que este problema haga que se detone una ansiedad generalizada.
- El movimiento dentro del coche lo asusta: tu peludo no sabe que en el coche se va sentado, y ser zangoloteado de un lado para otro lo hace sentir inseguro. Una solución puede ser transportarlo dentro de un asiento de carro para perros, en una jaula plegable o en algo más resistente como un transportín.
- Se aburre en trayectos largos: hay perros que por naturaleza son muy inquietos y rápidamente se hartan de lo que están haciendo. Si tu lomito es así, podría ayudar que algunos de sus juguetes favoritos le acompañen durante el recorrido.
- Le dan temor muchas cosas: estar confinado a un espacio reducido, el miedo a lo desconocido, el ruido del tráfico, los claxonazos e incluso el ruido dentro del coche pueden ser una enorme dosis de estrés para tu peludo.
Puedes ayudarlo bastante con un collar que, de manera natural, reduzca su tensión y la ansiedad. Hay unos que están hechos con copias de la Feromona de Apaciguamiento Canino, como el Adaptil®. Hay otros que tienen aceites esenciales de lavanda y manzanilla, como Le Quiven Collar®.
CÓMO ACOSTUMBRO A MI PERRO A VIAJAR EN COCHE
Aunque es más fácil acostumbrar a un peludo cachorro a viajar en coche, a cualquier perro, no importando su edad, se le puede enseñar a estar tranquilo y a asociar el paseo con el placer y no con el miedo.
- Deja que se acostumbre a tu vehículo: si no se anima a subir, camina con él alrededor del auto. Luego, abre la puerta trasera y estimúlalo con un premio, juguete o frases que sabes que lo emocionan para que se trepe (siempre con el coche apagado y tu puerta abierta). Ya adentro, quédate con él unos minutos jugando, acariciándolo o dale algo rico de comer. Cuando notes que se queda tranquilo, bájalo del coche y da por terminado el entrenamiento de ese día. Gradualmente podrás incrementar el tiempo de estas “visitas” hasta que pruebes la siguiente fase.
- Cierra las puertas del coche: pasados unos minutos vuelve a abrirlas. Una vez que hayas hecho esto un par de veces, puedes prender el coche y ver cómo reacciona.
- Con el coche encendido: si llegaste a esta etapa y notas a tu lomito tranquilo, puedes iniciar a hacer trayectos muy cortos, de preferencia a sitios donde sepas que él va a estar feliz. Poco a poco ve incrementando las distancias de traslado. El truco es encontrar el punto en el que tu perro se mantenga cómodo y relajado para seguir avanzando en su entrenamiento.
- Para que se mantenga tranquilo: antes de llevarlo a un recorrido más largo, procura ejercitarlo por unos 20 minutos para que queme algo de energía y trata de darle su comida al menos dos horas antes de la salida. Lleva en el carro agua, juguetes y premios para mantenerlo hidratado y entretenido.
Empezar un entrenamiento para cambiar su miedo por gusto, puede tomar sólo unos días o puede durar semanas. Sé paciente y avanza al paso que te va marcando la ansiedad de tu perro.